La Sirena: Un brillante policial (con algunos detalles gastronómicos)

Florencia Etcheves decidió un buen día que para desarrollar a tiempo completo su vocación literaria debía abandonar definitivamente el periodismo, algo que ejercía realmente muy bien desde que se iniciara como especialista en casos policiales, hasta los últimos días en que condujo largos segmentos del Canal Todo Noticias. Y acertó, claro.

Cornelia, la novela de 2016, fue un suceso en ventas y llegó a la pantalla grande a través de la película Perdida ( dirigida por Alejandro Montiel). Y otra de sus creaciones, La Virgen En Tus Ojos, ya tiene los derechos cedidos a la plataforma Netflix para seguir el mismo camino.

Ahora que acaba de editarse La Sirena, la continuidad de aquella historia que protagonizaba la muchacha llamada Cornelia Villalba, la autora nos invita a viajar por lugares de España en los que, por suerte para esta columna, aparecen algunas referencias al buen comer. Me acompañan ?

Ya desde el inicio, y situados en la hermosa ciudad de Besalú ( de construcciones medievales y multicolores sembradíos), parte de las acciones transcurren en la tienda de despacho de pan de Doña Josefina. Aquí La Sirena ( Charo Balboa, según una de sus tantas personalidades) se pone un delantal blanco, recoge su pelo y lo esconde bajo una cofia de algodón se calza los guantes de látex y empieza a acomodar panes brioches ( cocinados en horno de leña) en una bandeja de plata.

Durante la temporada estival Besalú es un hervidero de turistas, y Doña Francisca y Charo disponen en la enorme mesa de madera del centro de la panadería un sinnúmero de torteles, esos platos típicos de la cocina catalana con forma de rosca. Segùn cuenta la autora, estos son especiales y famosos por dos razones: la maestría secreta del hojaldre que amasa a mano ( siguiendo una receta ancestral de su familia) y la idea de cocinarlos a diario desafiando la tradición de hacerlos sólo para fiesta de Reyes, San Antonio o San Cristóbal.

Para las confituras: crema , nata ,mermelada , fruta confitada y azúcar glas. Para la decoración: flores armadas con ciruelas, pasas y orejones.

Algunos capítulos más adelante, la acción se traslada a la mágica Barcelona. En ella, uno de sus protagonistas, cruza la Plaza Cataluña antojado de comer pinchos con cerveza. Estos lo esperan desde un mostrador, expuestos en platos de cerámica y formando pequeñas obras de arte de colores: rodajas de pan de masa madre y, por encima, queso, jamón ibérico, langostinos, tortilla de papas, gírgolas ( esos hongos tan ricos que acá en nuestro paìs se dan tan bien en la zona de Luján) y tomates asados.E incluso algunos copos de mermeladas.

Pero como ocurre siempre con la literatura que te lleva a viajar a través de las páginas, el tema es que he quedado fascinado con descubrir que existe un sitio medieval perteneciente a Catalunya llamado Besalú. Y apenas concluí la historia que con maestría cierra Florencia Etcheves, sentí necesidad de buscar otras referencias a las que acudir si alguna vez decido visitar dicho sitio. Y como en la novela se nombra varias veces un puente romano llamado «Pont Vell» la web me mostró imágenes de una zona pródiga en restaurantes, bares y pizzerías con mesas dispuestas en el exterior mirando a tan hermosa construcción arquitectónica.

Y en el medio de ellas, un restaurante llamado Pont Vell ( como la zona, como el puente mencionado) que aparece en la guía Michelin ( si sabremos de esto gracias al genio de Mauro Colagreco), y al que gracias a las bondades de Internet pude husmearle la carta y los precios.

A saber: Cococha rebozada( por si no saben de que se trata, protuberancia carnosa que la merluza y el bacalao tienen en la parte inferior de los dos lados de la cabeza) . Canelones trufados ( los hay con Bechamel, los hay con confitura de pato), Rabo de Buey al vino tinto Priorat( proveniente de la zona de Tarragona, elaborado con uva cariñena) .Y como postre, : Pan con aceite de oliva , chocolate y escamas de sal con hojas de menta. Para beber, aconsejan las cervezas Pale Ale (subtipo de cerveza ale obtenida mediante fermentación templada, empleando principalmente una variedad concreta de malta conocida como malta clara, según wikipedia) . O la carta de Vinos con gran variedad, fundamentalmente centradas en la Ampurdán, que es la zona más cercana a este pueblo , denominación de origen que abarca la zona vinícola desde la Albera hasta la sierra de Rodas y la Garrotxa de Ampurdán. Variedades tintas: Cariñena, Garnacha, Syrah, Cabernet Sauvignon, Merlot, Tempranillo.

A modo de conclusión, y recomendando fervorosamente la novela que seguramente será una de las más leídas en este 2019, me despido de todos ustedes aquí mismo ya que tengo en el horno a punto de salir un tortel de cabello de ángel que debo llevar a la mesa.

¡Hasta la próxima lectura!

 

Alejandro Bidart

Periodista y citybellense por adopción.

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