SigloXIX

Lo nuevo: Siglo XIX, smash burger en zona norte

Siglo XIXConocé el nuevo delivery de hamburguesas al estilo smash de City Bell, Gonnet y Gorina, que próximamente contará con sede propia abierta al público. Está a cargo de Marcos Lartigau, un joven trabajador que además integra el equipo de la carnicería premium Punto a Punto de Felipe Ayllón

Siglo XIX Smash Burger, desde su definición, conjuga dos momentos desde lo temporal: debe su nombre al origen de las hamburguesas en Europa mientras que el estilo smash norteamericano -bolas de carne aplastadas sobre la plancha caliente- se referencia en el presente siglo.

Marcos Lartigau es joven, inquieto y curioso. Cuenta con una particular historia, repleta de sacrificio y desafíos permanentes (ver aparte). Y así nació Siglo XIX.

Durante dos años, decidió cambiar de aire hasta que regresó a la carnicería premium de 133 y 487. En esta etapa, previo trabajo de hormiga de investigación sobre la preparación de hamburguesas al estilo smash, descubrió que tenía al alcance de la mano una materia prima óptima como es la tapa de asado -la versión criolla de un corte similar al denominado brisket norteamericano-.

«Una hamburguesería de EEUU llamada Leon´s Smash utiliza el brisket, así que se lo planteé a Felipe (Ayllón), me venía al pelo porque incorporaba calidad a un costo menor y a él también le cerraba para una mayor rotación. Y así empecé, al principio como un hobby», explicó Lartigau en diálogo con TUCO.

Sus primeros pasos fueron en ámbitos familiares, donde tenía cada vez una mejor devolución sobre el producto final. Luego de 12 horas de trabajo diarios, volvía a su casa y continuaba con su proyecto. Sumó amigos, abrió la cuenta de Instagram y no paró de crecer. Alquiló un local de producción en Gorina y en breve dará otro paso más, con apertura al público en febrero, de acuerdo a las estimaciones.

«Vamos por la calidad, acá no pijoteamos (sic) en nada. Tenemos variedades clásicas bien cargadas; estamos muy conformes con el menú, que se puede consultar de manera virtual«, agregó.

Una historia de trabajo y superación

Lartigeau

Lartigau desde los 14 años no dejó de trabajar. Fue gomero, ayudante de albañil, electricista y carpintero. La carne se cruzó en su camino a los 16 cuando en la localidad bonaerense de Moreno, donde reside gran parte de su familia, decidió montar un chulengo y vender chorizos a la vera de la ruta.

«Ahí en el acceso Oeste hay una granja donde se conseguían unos chorizos espectaculares. Iba y comparaba todos los dñias, 30, 40 y me ponía a vender. Laburaba muy bien», explicó.

Siendo padre adolescente, volvió a la zona para trabajar en un autoservicio (El Gallo, 489 y 26). «Tenía una manija tan grande que empecé haciendo milaneses y a la semana estaba depostando. Aprendo rápido en general y al mes ya atendía en mostrador. En ese tiempo aprendí a limpiar y cortar la media res como en una carnicería estándar: churrascos, bifes, milanesas, asado, vacíos, lo tradicional».

Allí conoció a Ayllón, de manera fortuita: uno de sus compañeros solía depostar ocasionalmente hasta que un día necesitaba un reemplazo y se lo ofreció. «Cuando lo fui a cubrir, a Felipe le gustó mucho como deposté, cómo dejé todo acomodado, como limpié todo. A las tres semanas mi amigo Leandro dejó y me comentó la posibilidad de seguir».

El tiempo transcurría. Lartigeau oscilaba entre los dos trabajos hasta que Ayllón montó el local de Punto a Punto original, el de Gorina, donde finalmente se incorporó. En paralelo, volcaba energías -y sobre todo recursos- a la construcción de su casa, confeccionada a pulmón.

Más adelante, algo agobiado, decidió meter un impasse. Pasó por otra carnicería de la zona -supermercado- y por el frigorífico de Gorina, donde permaneció un par de años. Fiel a su estirpe, el joven se volcó temporariamente por la carpintería tras previa capacitación -desarrollo de muebles de melamina-. 

Dos años después, con Punto a Punto City Bell en marcha, fue tentado nuevamente pero para hacer algunas reformas en carpintería.  Su compañera (Juli) empezó a hacer milanesas y él, que también incursionó en la herrería, concluía las tareas encargadas en el local. El proceso se aceleró y volvió a incorporarse a la firma hasta el día de la fecha. 

Lartigau no ha parado un instante de proyectar y realizar. Paso a paso, con seguridad y dedicación. «Lo que importa es la constancia», dijo, como si fuese una declaración de principios que parece pintarlo de cuerpo entero.

 

google.com, pub-1439567897735012, DIRECT, f08c47fec0942fa0
google.com, pub-1439567897735012, DIRECT, f08c47fec0942fa0
google.com, pub-1439567897735012, DIRECT, f08c47fec0942fa0
google.com, pub-1439567897735012, DIRECT, f08c47fec0942fa0
Verificado por MonsterInsights