A la gallega

Nuestro viaje por el norte de España concluyó ¡a la gallega! Sí, en Galicia, la última región del norte. Por aquí todo es abundante. La característica principal de su gastronomía es la calidad de sus materias primas y la sencillez, lo que permite disfrutar toda su intensidad natural. Los condimentos, adobos o lo que se le adicione nunca opacará su sabor original.

El itinerario de viaje incluyó a las ciudades de Ribadeo, las hermosas Playas de las Catedrales, A Coruña, el emblemático Santiago de Compostela, un tour por el sur de la Costa da Morte o Costa de la Muerte y Orense.

Lo primero que probamos por su gran fama fue el Pulpo a la Feria o Polbo á Feira en gallego, es de los platos festivos más conocidos, aun que ahora se ha extendido por todo el territorio español. Se trata de la cocción del pulpo entero, cortado luego con tijeras, espolvoreado con pimentón y aceite de oliva. Simplemente ¡un manjar!. Podemos asegurar que no hay lugar, bar o restaurante que no lo tenga en su carta.

En ocasiones, cuando nos sentábamos en un bar, a tomar unas cañas, la tapa de cortesía podía ser desde la típica Tortilla de papas cortada en cubos, hasta los Pimientos de Padrón! Una variedad de pimiento pequeño, verde y muy sabroso, que encuentra su origen en A Coruña, cultivados por los frailes franciscanos de las parroquias de Herbón.

La bella y adoptada costumbre de irse de tapas, nos permitió conocer infinidades de preparaciones y platos, en formatos mini (como ya les hemos contado en artículos anteriores), mil sabores en una misma noche, un viaje gallego soñado.

Una lista casi infinita de platos de los que podemos destacar, la Orella à Feira es oreja cocida de cerdo con pimentón y aceite de oliva. Las Xoubas o sardinas en todas sus variantes o a las brasas, son exquisitas. El Raxo, la más tradicional en cuanto a carne, parte también del aperitivo, fácil de encontrar en la provincia de A Coruña. La Zorza gallega es un picadillo que se hace con la carne que rellenan los chorizos, conocida también como jijas o moraga. Los Percebes presumiendo de ser el bocado de Galicia, este crustáceo que crece en las rocas, es un trocito de mar en tu boca!

Dentro de estas tapas o picadas podemos incluir a los Quesos Gallegos, Galicia posee 4 Denominaciones de Origen: Arzúa-Ulloa, Tetilla, San Simón da Costa y O Cebreiro.

Acompañarlos con unas buenas rodajas de pan, como el Pan de Cea elaborado en el municipio de San Cristovo de Cea, situado al noroeste de la provincia de Ourense. Hecho con harina de trigo, agua, sal y masa madre, de una elaboración anterior para conseguir su fermentación.

Si hablamos de platos de invierno, el Caldo Gallego es una entrada ideal. Elaborado con grelos, berza o repollo, alubias blancas, patatas, unto de cerdo y aceite de oliva. Puede sumarse carne salada de cerdo como costilla, tocino, chorizo, un hueso de lacón o espinazo.

Y los platos principales pueden ser el Lacón con Grelos, se trata de un cocido cuyos ingredientes son: lacón vareado, grelos, chorizo, patatas, pimentón y aceite de oliva. Así como el Cocido Gallego, así como en Asturias tienen el pote asturiano, en Madrid el cocido madrileño… en Galicia se consume el cocido gallego.

La Ternera Gallega, hablando específicamente de terneros de razas autóctonas, con grandes controles de calidad. La Merluza a la gallega contiene la merluza, papas, cebollas, ajos, laurel, pimentón de la Vera, caldo de pescado y sal. Y como síntesis armoniosa del mar, la Mariscada, con deliciosos mariscos extraídos de las abruptas y bravas costas gallegas.

Por otro lado, la Empanada Gallega fue nuestra salvación para comer en pleno movimiento, entre viaje y viaje. Hay muchas versiones en cuanto a su relleno, como nos sucede a nosotros los argentinos, pero a simple vista podríamos compararla con una tarta, y su sabor es la perfecta combinación entre masa y relleno.

Comenzando por la parte esperada de los golosos, La Tarta de Santiago es un postre típico, una torta fina de almendras. Como toque final se espolvorea con azúcar impalpable usando una plantilla con el símbolo de Santiago.

La Tarta de San Martiño, se realiza en Ourense, donde cada 11 de Noviembre se celebra la fiesta de los “Magostos” para conmemorar ese día, en honor a San Martiño el patrón de la ciudad. Otras tartas típicas son la Tarta de Mondoñedo, la Larpeira.

Las Filloas, se parecen a los crepes, diferenciándose por no contener manteca, y cuanto más finas, mejor. Es una receta típica de Carnaval.

Los Melindres gallegos son unas pequeñas rosquillas que se hacen mezclando huevo con harina, azúcar y anís. Una vez fritas las rosquillas se sumergen en un almíbar hecho con agua, azúcar, a punto de nieve.

También probamos el Marrón Glace, es la castaña confitada o glaseada, un dulce de origen francés que se consume a granel en estas tierras gallegas.

Por último, les contamos sobre las bebidas tradicionales. La cerveza de la región es sin duda la Estrella de Galicia, presente en todos lados, protagonista de los momentos de cañas, tapas y porque no comidas enteras.

Aunque su origen es Jamaiquino, el Licor de Café es tan popular en la comunidad gallega que es considerado una de las bebidas típicas de Galicia.

Para nuestro regocijo no podemos hablar de la gastronomía gallega sin hacer referencia a sus vinos. Por su variedad climática los viñedos producen diferentes tipos de vino, de los que se pueden distinguir 5 Denominaciones de Origen: Rías Baixas, Ribeira Sacra, Monterrei, Ribeiro y Valdeorras. Todos especiales para acompañar cada uno de sus platos!

Y para finalizar, les presentamos a la Queimada, mucho más que una bebida alcohólica. Es parte de un ritual que tiene como fin alejar a los malos espíritus y hasta dicen que posee propiedades curativas. En una reunión familiar o en una fiesta, luego de cenar, todos se reúnen alrededor de la queimada para “animar los corazones”. Uno de ellos se encargará de darle el toque final levantando con un cucharón el líquido en llamas y dejándolo caer poco a poco en el recipiente mientras pronuncia el conjuro, lo que crea un ambiente muy especial. La bebida se elabora con aguardiente y azúcar, a los cuales se añade alguna corteza de limón o naranja. En algunas zonas se añaden unos granos de café sin moler, y en trozos de manzana o de uva.

Una vez más, en el medio del viaje, la gastronomía nos atraviesa y sorprende con costumbres únicas!