Augusto Fernández Rubbi (Sam) y Agustina Risso (Tina) están al frente de Lebrel, la primera focaccería del país, una creación nyc en nuestra ciudad: una idea original, rupturista para el mercado local y de enorme repercusión en apenas un par de años de existencia que incluye también a su propia panadería.
Si bien ambos reconocen la importancia de la herencia italiana en su trabajo, no cuentan con una receta o traidición familiar a la hora de idear una propuesta gastonómica. «Es la filosofía de vida de nuestros abuelos: el trabajo con las manos, lo artesanal, abundante y la comida noble como el más sarpado placer terrenal y símbolo de afecto», explican.
Su mascota, un galgo llamado Boris, sirvió como inspiración identitaria. Una raza (también denominada Lebrel) cuyos ejemplares se destacan por su fuerza, tenacidad y destreza, poseen muchísima resistencia, velocidad y agilidad para moverse en esta tierra y es muy leal a su manada. «Creemos que eso es Lebrel, un proyecto fuerte, con dinámica, compuesto por un equipo resistente, ágil y leal a su manada», agregan.
El crecimiento fue tan sostenido como rápido. De los inicios en pandemia, hornos prestados, pasando al local de calle 10 entre 45 y 46, llegó la Panadería de 11 y 58. «Queríamos para seguir en la linea de los panificados pero esta vez con la masa madre de bandera y apuntando a desarrollar la medialuna mas rica. Conjuga los productos tradicionales de barrio como los fosforitos, los felipes, tarta de ricota y pastatrola, alfajores y laminados con pastelera pero con materia prima organica y café de especialidad», remarcan.
La Panadería generó una atracción inmediata entre los jóvenes (como Sam y Tina), a gusto de comer una medialuna de buen tamaño, acompañada de un rico café y siempre buena musica. Los equipos de trabajo también -aseveran- están compuestos por jóvenes de entre 18 a 35 años y son quienes «conforman nuestra fuerza de trabajo y son parte fundamental de nuestro crecimiento».
Llegó una nueva etapa, la mudanza de la focacería a una histórica esquina de la ciudad, en 5 y 54, óptimo para comer y beber en el lugar como para llevar. Lebrel crece a puro empuje y creatividad sin techo. En el mientras tanto, en un breve respiro, comparten sus recomendaciones gastronómicas con la comunidad TUCO.
-¿Un bar para tomar buen café?
Sam y Tina: ¡Lebrel Panadería!
-¿Un restaurante para recomendar en LP?
Sam y Tina: Hans.
-¿Un restaurante de CABA que sea visita obligada?
Sam: Café San Juan.
Tina: Sacro Resto.
-¿Una heladería de LP?
Sam: Roma.
-¿Un plato tradicional de tu familia?
Sam: Los ñoquis de mi vieja y la fabada asturiana.
Tina: Toda la comida italiana de mi nonno, con mucho peperoncino. Especialmente la lasaña y la paella de mi papá.
-¿Un vino que te encante?
Tina: Trapiche Reserva y Don Nicanor de Nieto.
-¿Un maridaje que amen?
Sam: Milanesa napolitana con papa fritas y Coca Zero.
Tina: Pasta y vino.
-¿Un plato preferido para cocinar?
Sam: Asado.
Tina: Cualquier comida que no lleve carne.