En los últimos años han proliferado algunas propuestas que literalmente ofrecen almuerzos o cenas “de la huerta al plato”. Las han organizado algunos emprendimientos de ventas de frutas y hortalizas orgánicos, los productores de alcachofas platenses y también cocineros que han elegido hacer sus “pop up” en el campo.
El espacio de cocina en base a plantas y huerta agroecológica Coronillo, en tal sentido, organiza este sábado 7 en calle 146 y arroyo Carnaval de City Bell, un encuentro con motivo de celebrar su primer aniversario. “Invitamos a todos a participar del primer Festival Agroecológico en Coronillo, con el objetivo de difundir la agroecología, conocer de dónde vienen los alimentos que consumimos, generar redes entre productoras y productores», aseguran.
«Será una jornada para compartir, conocer, disfrutar al aire libre, comer rico de nuestra cocina en modo buffet y pastelería, con muchas opciones sin Tacc. Habrá sorteos y actividades para infancias, música en vivo, charlas y feria de productores. Nos encantaría que vengan a pasar el dia y celebrar con nosotros”, dice Brenda sobre esta reunión que será con entrada libre y gratuita, de 11 a 18; al que se puede llevar el mate y que se suspende en caso de lluvia.
Leonardo Gardelliano, Brenda Barreto, Carolina Castoldi y Franco Lichardi tienen un restaurante en su huerta de City Bell. Coronillo -como lo han llamado- invita a comer en una encantadora casita de campo rodeada de las plantaciones de los que son la mayoría de los productos que incluye el menú. El plan es perfecto para quienes quieren alimentarse de una manera sana y la experiencia es realmente única. Incluso algunos almuerzos son en el invernadero.
“El tipo de cocina que hacemos en Coronillo es a base de plantas. ¿Qué entendemos por base de plantas? Es la base de verduras, obviamente, de frutas, de semillas, cereales, de frutos secos, fermentos, variedad de hongos. Nuestra cocina es muy variada, no solamente en textura, en color, sino también en sabor”, dice Leonardo.
“Cada uno de nosotros, las cuatro personas que formamos parte de Coronillo, hicimos por nuestro lado un camino individual, el cual nos fue llevando a este tipo de alimentación, donde se unieron todas las formas de alimentarse, se unieron todas las tareas y los conceptos diferentes de cada uno de nosotros. Pudimos armar este tipo de cocina en la que cada uno aporta su aprendizaje. Lo hacemos porque creemos que es lo mejor que podemos brindar en este momento a las personas que vienen a Coronillo, en alimentación, en cuanto a calidad ya que es todo agroecológico, los cultivos, los tenemos, la tierra, la trabajamos nosotros”, agrega el chef.
«Sacamos algo de nuestra huerta y lo llevamos al plato. Esa tarea, ese amor que le ponemos, se transmite en el plato. Mucho más, sabiendo que no le ponemos ningún tipo de veneno. Eso hace que el valor energético de ese alimento sea conservado y eso se transmite en nuestro cuerpo».
«Elegimos este concepto porque nosotros nos alimentamos así. En nuestras casas es más sencillo, más simple, no platos tan elaborados como los que preparamos acá. Lo que cocinamos es lo más genuino que tenemos para transmitir, por eso no podemos hacer otro tipo de cocina. Es lo que nos representa», se sincera el chef.
«La tendencia del comensal hacia este tipo de alimentación fue creciendo. Yo hace 15 años tenía un restaurante vegetariano y no estaba la información con la que hoy contamos; tampoco había tanta conciencia por parte del comensal. Hay que tener en cuenta que lo más importante es no procesar los alimentos; esto lo digo porque muchos productos que hoy se venden en las tiendas naturales, no son tan sanos, porque tienen muchos procesos. Creo que hay que retomar el camino de los sabores simples y tener conciencia de que el alimento es básicamente para conservar nuestra salud y tener energía”.
«Acá en Coronillo viene mucha gente diversa; no solo por comer sano, sino por la experiencia de comer rodeado de naturaleza; por venir a una huerta. Muchas personas no tienen idea de cómo se consigue un ajo, u otro tipo de hortalizas, como unas habas o unas arvejas. Entonces también se acercan por esa curiosidad y por el ambiente que está rodeado de árboles nativos, como el Coronillo, que es nuestro nombre. La gente se acerca porque el lugar transmite calma y libertad, al estar al aire libre».
“Hoy mucha gente sabe lo que es un alimento agroecológico u orgánico; sabe lo que significa y también sabe lo que significa que no lo sean y sus consecuencias para la salud física y mental. Pasa tanto con vegetales y frutas, como con las cosas comestibles ultra procesadas. La comida tiene que ser simple y tiene que estar al alcance economico de todos; no tiene por qué ser más cara. Muchas cosas que hoy se venden como veganas no son saludables”.
“Me gusta insistir en que las familias tienen que volver a cocinar. Que la madre, el padre, tienen que volver a tomar conciencia sobre el acto de cocinar. que es un acto de amor y más si se hace con materias primas que saben que son elaboradas con esa conciencia. Ahí cerraría perfecto el círculo. Hoy lamentablemente por distintas circunstancias, muchas familias han dejado de cocinar y hay que volver a ese acto, con una cocina simple, que tienen los sabores genuinos, porque tienen los sabores que tienen que tener. Y energéticamente también son más genuinos. Podemos sentir y reconocer cada sabor y eso es muy importante”.
“Coronillo es un lugar abierto a todo público, abierto a muchas propuestas. No es un lugar cerrado, todo lo contrario. Nos gusta incorporar otras opiniones, otros pensamientos y es un lugar para eso, No para que sea vivido solo desde nosotros, sino que todo el que venga acá se sienta parte y lo disfrute de esa manera», finaliza Leonardo.