Un nuevo concepto de ferias de vinos en nuestra ciudad, con una experiencia gastro inmersiva. Beber, comer, escuchar música, ver una muestra. Todo a la vez, de una manera totalmente disruptiva. Imperdible
¿Estamos en el presente, en el futuro o en el pasado? Estamos en lo que proyectamos o estamos viviendo lo que contaremos? El tiempo, ese misterio… esa ilusión? El tiempo es con lo que juega la feria de vinos naturales Anakrónika, que nos hace entrar a un túnel en el que la belle epoque, el tango de los años 50, el hip hop y la música electrónica nos invitan a vivir distintas experiencias sensoriales mientras disfrutamos de distintas etiquetas y bocados.
La primera edición de la feria se llevó a cabo días atrás en Casa Tomada Wine Bar y si bien el segundo episodio también transcurrirá allí, el concepto está pensado para ser itinerante.
Los vinos naturales que formaron parte de esta primera edición de la feria fueron: Basha Basha Malbec, Caligiore Bonarda y Malbec, Be My HIppie Love de Ernesto Catena, Animal Torrontés Orgánico y Chardonnay, Spontané Criolla, Krontiras Aglianico. El guiso de la olla de crisis se marido con las etiquetas Rebelion, Biolento, Bestiual e Imposible. Todos vinos naturales, sin agregados químicos y con la menor intervención del hombre. Vinos anacrónicos. Elaborados como antes para que pueda haber un después.
La gastronomía de la feria también es un viaje: desde croquetas, hasta un sándwich en una bolsa, en las épocas difícil, hasta un guiso de crisis y un plato de otra galaxia, fluo y espumoso. Para el postre, había que buscar a unos dealers que convidaban una «Crazy Cookie». Todas creaciones de Santi Palma y el equipo de cocina de Casa Tomada.
Las intervenciones artísticas estuvieron a cargo del grupo musical Driades, interpretando canciones en francés -conmovedora la versión de «Pasajera en trance», de Charly- y Andres Romeo en bandoneón con una rotunda interpretación de composiciones de Astor Piazzolla. Ambos shows nos introdujeron en el pasado.
En el presente, caótico pero a la vez reflexivo y hasta esperanzador, hubo freestyle, con Nuchibeat y Ramisticoo, de Sucre Producciones. Y en el futuro, fuimos a otra galaxia a la que nos transportaba una instalación artística luminosa de Un Galpón.
En todas las estaciones, ricos vinos y cocktails de la barra de Casa Tomada, como el GintoniX que se disfrutaba en otra galaxia.
El cierre, musical, con el dj Hipolito Varela en las bandejas y un Cóctel Detox.
Así fue la primera función de Anakrónika, una feria que de principio a fin propone crear atmósferas que transporten a otros tiempos y lugares. Lo logra. Y es un hermoso viaje que uno quiere volver a disfrutar.
+ Info:
¿Dónde? Itinerante
Idea y Producción: Nicolás Medina
Ig: @anakronikaferia