Este nuevo “café y bar de escucha” abrió unas semanas atrás en calle 4 N 366, entre 39 y 40.
Se trata de un café de especialidad con dos particularidades que lo hacen único: por un lado, tiene un primer piso con una sala para escuchar vinilos. Por el otro, invita al tardeo, para disfrutar allí de un rico vermú, con aceitunas u otras conservas.
Abre de lunes a viernes de 9 a 19.30 y tiene laminados y cosas dulces de Hojaldre, pizzas de Nápoles y platitos para el picoteo de producción propia.
Los granos son de El Laboratorio de Café y hay vermucitos de Interferencia, Belgrano y otros clásicos como Cinzano.
Si vas a tomar un café, te dejan poner tu propia música para ambientar el momento.