La familia Cella diseña, desarrolla y encabeza este proyecto vitivinícola, que al momento cuenta con un Malbec -ya en el mercado- y un Cabernet Franc Reserva -que se presentará en los próximos días-.
Ignacio Cella es un ingeniero químico ensenadense apasionado del vino. Junto a Agus, su hermano mellizo que vive en el exterior, Mauri -otro hermano- y sus padres Gustavo y Maria Elena, le dio vida a Inmanencia, «una idea nacida mucho antes de cuando se concretó el proyecto. La verdad que imanencia habla de encontrarlo de uno en todo. El nombre sale de un proceso personal de varios años, de mucha introspección, de entender que lo único que existe es el aquí y el ahora, y bueno a partir de esa idea lo que queremos transmitir es que cada vez que se escorche un vino de nosotros sea un ancla al presente para que se pueda apreciar la magia, lo divino y encontrar lo que se está celebrando, ya sea una reunión con amigos, con familia, un evento, incluso disfrutando de la soledad. Encontrar la magia en las pequeñas cosas y que se genere ese momento trascendente».
«Tenemos disponibles dos varietales, un Malbec del 2023 que viene proveniente de Maipú, es joven, fresco y versátil. Hicimos una tirada de 1800 botellas. El otro viene de Tupungato, es un Cabernet Franc reserva, una gama más alta, con solamente 168 ejemplares. Para conservar también lo que queremos transmitir desde Inmanencia que es la idea de calidad, que cuando las personas lo tengan en sus manos descubran algo que les va a estar generando un momento diferente», concluye.
Más info en su cuenta de Instagram @inmanencia.wines