Se va agosto de una manera especial, con una de mis semanas favoritas del año: la semana del Cabernet Sauvignon. Una cepa tan intensa que no le alcanza con tener un día nada más. Vamos con tres opciones accesibles y muy particulares.
El Cabernet Sauvignon de Pulso es todo lo que está bien, uno de los vinos que más me sorprendió en el último año. Muy agradable en boca y final potente.
Mención especial para el Gran Cabernet Sauvignon de Joffré e hijas, con una madurez que se nota en el equilibrio de lo frutal y la presencia de pimientos. Una vez que lo probaste reviven los sabores y se mantiene por un buen tiempo.
El Cabernet de La Espera es un vino sabroso, fácil de tomar, el paso por barricas le da una preponderancia de vainilla. Muy rico.