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Cada miércoles, Nina Los Fuegos -uno de los restó más nuevos de City Bell– ofrece un menú degustación, con platos de Santiago Palma, maridado por un cóctel y vinos especialmente seleccionados. Son 8 pasos, 8 tiempos, en los que se transmite la identidad de la cocina del lugar: curiosa, aventurera, rica y sorprendente.
«Rogamos asistir sin apuros, con curiosidad, y dispuestos a conocer lo desconocido…», dicen desde Nina al invitar a la aventura de esta cena por pasos, que comienza en la barra, con Gon Cabado preparando un cóctel que acompaña los dos primeros platos, «los snacks», como les gusta llamarlos. Allí, junto al bartender, comienza el viaje: la primera parte de la degustación nos introduce en un bosque, con los sabores y aromas del trago, que tiene gin macerado en hojas de mostaza, limón, shrub de eneldo y anís con deco de hoja de mostaza y polvo de hongo de pinos. Para comer, primero un alfajor de merengue de hongos secos relleno de paté de hongos, decorado con tomillo y acompañado por una ensalada de vegetales encurtidos y emulsión de kimchi. El segundo snack es un repollito de Bruselas confitado, con salsa de bagna cauda y un huevo revuelto con espárragos que está presentado en una cáscara de huevo vacía, combinado con queso pecorino.
El tercer platos es una concha de vieira, que al abrirla atesora un cebiche con leche de tigre y almendra. Sabores que nos hacen viajar al fondo de mar y nos hacen saber que la alta cocina puede estar a un paso de nuestra casa. Acá nomás, en City Bell. Podemos disfrutarla y emocionarnos con ella cuando queramos. Palma lo hace posible junto a su equipo, que cocina a la vista de los comensales, en ese cubo vidriado que es corazón del lugar.
El cuarto, es nuestro amado alcaucil platense, con parmesano y realzado con trufa y topinambur. Terroso, simple y a la vez sofisticado, que va de maravillas con el vino naranjo que está maridado.
El paso siguiente ofrece un producto típico de la cocina de Santiago. No es Palma si no hay mollejas. Estas son de corazón y van en el plato con langostinos y limón en conserva. De mar, de tierra, de Nina. Un fuego.
Otro producto con el sello del chef es el cordero, que en el sexto plato se presenta en varias versiones a la vez: braseado, como relleno de una pasta, en lonjas y también en una costillita en su punto justo. Muy presente en esta parte del viaje está la ricota de oveja de la granja Albalana de Bavio.
El pre postre es un mashmelow de tomate, que viene con un chupito. Un mimo previo al último paso, que nos acerca el dulce con chocolate blanco tostado y frutos rojos, en un bowl que es puro placer sensorial desde el sabor y las texturas, porque el chocolate está granulado y por debajo tiene una crema.
El viaje termina con un espumante. Sin lugar a dudas, este menú merece un brindis final por el placer de haber disfrutado de esta cocina de lujo, exclusiva en nuestra ciudad.
Nina ofrece este menú solo los miércoles, para 20 comensales.
– Chardonnay Petite Fleur
– Naranjo de Flâneur (con uva Chardonnay)
– Séptima Tierra Malbec Gualtallary
– Syrah LUCA Laborde
– Espumante Ana es Blanc de Blancs
+ Info:
Dirección: Calle 471 (12) N° 270 e/ 13b y 13c (6 y 7), City Bell.
Open: martes a sábados de 19 a 3 am.
Reservas: nina.maitre.com
Whatsapp: 221 567-7070
Instagram: @nina.losfuegos
Menú degustación: Todos los miércoles. Valor: $ 3.200 (incluye servicio de mesa y bebidas sin alcohol) / $ 3.900 maridado con un cóctel aperitivo, cuatro vinos seleccionados y un espumante.
