por ¿Cuál es la diferencia entre un vaso de absenta y el ocaso?» Oscar Wilde
Ok: Otra nota más acerca de la relación entre lxs escritores y la bebida? Bueno, sí. Pero alejándonos de esa tan transitada idea de los excesos que muchxs visten de épica y que trajo aparejadas tragedias personales que, en algunos casos, llevaron a la muerte.
Ya todos sabemos que muchas de las plumas que admiramos tuvieron ( y tienen) una relación conflictiva con el alcohol. Pero como en TUCO celebramos los placeres en modo goce y disfrute( y dentro de los límites y responsabilidades de cada unx) , van aquí algunas historias acerca de los gustos y preferencias de quienes nos regalaron hermosas páginas. Me acompañan?
Para comenzar, la referencia insoslayable de Ernest Hemingway mientras vivía en Cuba .Si visitaste la Isla sabrás que en el bar Floridita hay una estatua de bronce en la barra con la figura del autor de Adiós A Las Armas, ahí en donde acostumbraba a pedir uno de sus tragos favoritos: el mojito. Sitio en el que también bebía ron cubano y ciertos cócteles elaborados con dicho ron.
Oscar Wilde , a quien citamos al inicio de esta columna, viajaba seguido a París y era habitué del Cafe Royal donde descubrió el absenta. Este licor de hierbas, también conocido como “El Hada Verde” fue una bebida prohibida en varios países por tener entre sus ingredientes ajenjo, de propiedades alucinógenas y por su volumen de alcohol superior al 70%. Actualmente, artistas e intelectuales de todo el mundo organizan reuniones privadas en las que beben absenta.
También Charles Bukowski , el escritor nacido en Alemania y radicado en Estados Unidos , unió su literatura a los placeres etílicos. Pero más allá de las borracheras propias (y de sus personajes) sabemos que su trago preferido era el Boilermaker. En qué consistía? Pues en una medida de whisky con un poco de cerveza helada. Tengo entendido que a este tipo de combinaciones se les llama Chaser, algo así como una bebida de menor graduación alcohólica acompañando a otra mas fuerte.
«Me gusta tomar un Martini, dos a lo sumo, después de tres estoy debajo de la mesa, después del cuarto estoy debajo de mi anfitrión». ( Dorothy Parker)
Y no puede faltar en nuestra lista el genial Scott Fitzgerald , autor de la famosa novela “El Gran Gatsby” . Una vez más, dejando deliberadamente de lado sus famosas borracheras, nos detenemos en un pequeño ardid que practicaba : bebía mucha ginebra, pues decía que era difícil de detectarla en el aliento. Y entre sus muchas combinaciones elegía el cóctel Gin Rickey, bebida que se prepara con ginebra, lima y soda.
Y continuando con la ginebra, otro de sus cultores fue Ian Flemming, autor de James Bond. La bebió durante casi toda su vida literaria, aunque en los últimos años se pasó al bourbon después de que su médico le dijera qué era mejor para su salud.
William Faulkner tomaba whisky, preferentemente Jack Daniels. Lo usaba para preparar un cóctel llamado ‘Mint Julep’ junto con azúcar, hielo, y hojas de menta machacadas. La receta aún se encuentra en su casa de Rowan Oak, así como el vaso de metal donde solía beberlo. Y siguiendo con la línea americana, Edgar Allan Poe adoraba el licor de huevo. Como lo preparaba? Con 7 huevos, leche azucarada, brandy, nata y nuez moscada).
Uno de los nombres de tragos que siempre admiré es Pavo Salvaje, el que bebía Hunter S. Thompson . Aunque no sé exactamente que contiene y como se prepara, es conocida la anécdota en la cual el autor de Miedo y Asco en Las Vegas en cierta ocasión se tomó 20 copas de Wild Turkey doble . Y siguió escribiendo!
Y por último, y para ir cerrando, otro al que le gustaba beber mientras escribía: el maravilloso Truman Capote. Dicen sus biógrafos que comenzaba la tarde bebiendo café y té, y la terminaba a puros martinis. Incluso es conocida la anécdota de que mientras escribía su obra más célebre (‘A sangre fría’) tomaba 3 martinis dobles por jornada..
Y podríamos seguir. Y también podemos dejar a modo de promesa una segunda columna en la que vayamos por lxs escritores latinoamericanos. Sabemos perfectamente las comidas favoritas de Borges, mas no así que prefería beber. Prometo investigarlo..
Entonces, la despedida: Salud, y hasta la próxima !!
