por Luciana de Luca es jefa de cocina Beguiontó, el flamante bistró de Castells. Cambió Ingeniería por los fuegos en 2019. Irrumpió la pandemia , por lo que sus estudios se vieron atravesados por horas de zoom, problemas de conectividad y el distanciamiento.
A modo de motivación, buscó trabajo en el sector y debutó en Moro, donde ratificó su vocación a pesar de las dificultades habituales que suele atravesar alguien que recién se inicia en el oficio: «fue difícil porque no tenía idea cómo era una cocina pero me encantío».
Lanzó su emprendimiento de panes y pastas y luego decidió acumular experiencia en Abrebocas con Renato Rosano, «una super escuela de formación». Más adelante, con ganas de continuar su recorrido en lo referente al servicio, accedió a una pasantía en Aramburu. Con el horizonte puesto en acumular millas en las cocinas europeas, Luciana es una de las caras visibles de Beguiontó, convocada por su amigo Valentín Rodríguez Reynaldi. Hoy, comparte sus recomendaciones gastro.
-¿Un bar para tomar buen café?
La Bastilla.
-¿Un restaurante para recomendar en LP?
Chaucha y palito.
-¿Un restaurante de CABA que sea visita obligada?
Picarón ba (mediodia) y Julia (noche)
-¿Una heladería de LP?
Vipentto.
-¿Un plato tradicional de tu familia?
Buñuelos de espinaca y paella.
-¿Un vino que te encante?
«The Apple Doesn’t Fall Far From The Tree» Malbec Riccitelli y Rutini Gewürztraminer.
-¿Un maridaje que ames?
Biondi naranjo dulce y patagonzola.
-¿Un plato preferido para cocinar?
Challah (trenza judía) con conserva de porotos/ hongos.
