por Una cena distinta, en las afueras de la ciudad, allí donde City Bell conserva sus arboles gigantes y sus horizontes infinitos. Casi en el medio del campo, Mauro Di Prinzio creó su pequeño universo gastronómico: el gran pórtico, una barra gigante que es la cocina a la vista, telones teatrales, candelabros, livings con sillones antiguos, las mesas entre cuadros y espejos, y Sophia, la gran anfitriona del lugar.
La experiencia consiste en una cena por pasos, que fusiona platos de distintas partes del mundo, realizados con productos locales y de estación. Hay una gran valorización de los vegetales, mariscos, lácteos y demás productos de nuestro país, a los que Mauro hace referencia siempre que se asoma a la barra para charlar con los comensales, antes de servir cada plato.
Lo asiático, lo mediterráneo y también lo bien nuestro, es parte de la mesa en este restaurante distinto totalmente a cualquier otra propuesta de la ciudad. Es un viaje hacia una experiencia gastro única. Mauro plasma todos sus aprendizajes adquiridos cocinando en el exterior en este espacio creado a su medida.
El menó incluyó:
– Ostras de Los Pocitos gratinadas.
– Queso Mariello cordobés, mermelada de tomate platense y cerezas encurtidas.
– Tom Yam Gong (un caldo thailandés que es tan tradicional allá como nuestro guiso de lentejas acá; picante, con langostinos, exquisito).
– Pez limón marplatense, mil mil y bilbaína.
– Ossobuco braseado, malfatti y pecorino.
– Quiché de naranja, merengue de sauco, pomelo rosado y Melisa (la masa cocida al horno de barro, tiene un plus increíble).
Cambia cada semana. Cada uno es una vuelta al mundo de sabores en si mismo.
+ Info, consultas y reservas en @sophialaperra.cb. El valor del menú es de 22.000 pesos.
