por ¿En qué se diferencian? “La negra tiene mejor conservación y es levemente más amarga. La blanca es la más suave y también la de peor conservación, porque se oxida más rápido, se mancha mucho más la piel, que es más fina. La rayada sería como una intermedia, tiene un poquito más de amargor”, explican los expertos.
Aunque la temporada de mayor auge es durante fines del invierno, se puede encontrar berenjena durante todo el año. Los ingenieros agrónomos sostienen que “se trata de un producto totalmente estival, ya que requiere altas temperaturas para su cultivo”.
Se trata de un producto rico en fibra: favorece la digestión y el buen estado de la flora bacteriana, así como también contribuye a reducir el colesterol.
Las antocianinas y nasunina que dan color a su piel son también potentes antioxidantes que entre otras ventajas favorecen retrasar el envejecimiento.
Se puede usar en diversas preparaciones: en milanesa, al horno con salsa y queso, en escabeches y pastas, entre otras.
