por Casa tomada, un bar de tapas y vinos localizado en 11 y 43, que lleva la firma gastronómica de Santiago Palma y ofrece maridajes cuidadosamente elegidos.
Cuando entramos al bar, nos encontramos con mesas grises de concreto, y una ambientación ciertamente moderna. Sin embargo, si nos alejamos de la entrada y la barra, y vamos al segundo piso, podemos ver la fachada original de la casa, mucho más antigua y cálida en su sensación. También tienen un balcón y un patio trasero, donde se proyectan imágenes y se puede consumir lo mismo que adentro del local.
La propuesta de las bebidas se inclina hacia los vinos, con una sommelier que nos recomienda el mejor maridaje según la tapa que decidamos comer, o según el gusto personal de cada comensal. Igualmente, en la barra tenemos una gran cantidad de tragos para elegir, que lejos de ser sólo clásicos, exploran combinaciones novedosas para reversionarlos.
Toda la carta son tapas, platos chicos pensados para consumir más de uno, e ir maridándolos con las bebidas elegidas. En las fotos pueden ver tapas con zanahorias grilladas, rebozadas, y presentadas con distintas salsas, un canelón de zuccini acompañado de curd de limón y coliflores asados, y hongos rebozados, que también vienen montados en su aderezo.
Casa tomada tiene una sensación particular, ecléctica, nocturna, privada. Invita a sentarse cerca de la compañía, convivir con el ruido de las otras mesas, la barra, la cocina, en un ambiente que llama a distintas edades que quieran ser parte de este tipo de experiencia. Sin duda vale la pena ir a conocer qué tienen para ofrecernos.
