Cortar las paltas por la mitad a lo largo, desechar el hueso y sacar toda la pulpa. Colocarla en una licuadora o procesadora junto con la leche, el azúcar, el jugo de naranja y de limón.
Triturar bien a velocidad máxima hasta que quede una mezcla lisa y sin grumos.
Colocar la mezcla en un molde. Se recomienda que sea de vidrio o silicona ya que el metal puede oxidar la palta. Cubrir con papel film de cocina y ajustar para que la preparación no quede en contacto con el aire, evitando la oxidación.
Colocar en el freezer, y al cabo de unas horas estará listo.
Decorar con hojas de menta o pistachos.