por Hay tanto para ver y disfrutar en el País Vasco que no nos alcanzaría el tiempo, aunque ¡nos hubiéramos quedado dos meses!. Con ayuda de un gran amigo, conocedor de estas tierras (mitad francesas, mitad españolas) armamos un circuito que incluyó Bayona, Biarritz, Hendaya, Hondarribia, Donostia (San Sebastián), Bilbao, San Juan de Gaztelugatxe y Bermeo.
Una gran gran parte de conocer la cultura vasca, pasa directamente por la cocina. La gastronomía vasca es rica en ingredientes locales, desde pescados y mariscos hasta verduras, carnes y hortalizas.
En Bayona, el imperdible es el famoso y reconocido Jamón de Bayona su sabor y textura blanda, hicieron que lo declaráramos el mejor jamón que hemos probado hasta el momento. Elaborado con cerdos del suroeste, este jamón crudo, salado, seco y afinado según una técnica ancestral, se come en fetas finas o gruesas, en el aperitivo, con una ensalada o como plato, acompañado de un vaso de vino de Irouléguy o una sidra vasca es la combinación perfecta.
Nuestra visita a Hondarribia nos dejó completamente encantados y más cuando paramos a almorzar en plena calle San Pedro, una cuadra mágica llena de gente alegre, brindando y comiendo de lo lindo. Nosotros disfrutamos de unas cervezas bien frías y unas raciones de calamares fritos (rabas) y Kiskillas.
En su capital Donostia, la palabra clave es “pintxos”, todos los bares y restaurantes ofrecen pinchos, una rodaja de pan y sobre ella un mundo de variedades y opciones posibles. Nos contaron que la tradición era “irse de pintxos” y nos lo tomamos muy enserio. Lejos de elegir un solo lugar y pasar toda la tarde/noche, se estila pasar de bar en bar.
En cada lugar te pedís un pincho, tapa o ración, y una bebida, la mayoría los consume parados en la barra o en la vereda. ¿A cuántos lugares se va en una noche? El límite lo pones vos. La primera vez que nos fuimos de pintxos empezamos bien, pero en el segundo lugar nos pedimos dos pinchos cada uno, y en el tercero llenamos la mesa. Ya para la segunda noche, pudimos comportarnos como locales y no como chones. Entre nosotros… es una travesía a la que podríamos acostumbrarnos hacerla a diario.
Sería infinita una lista de los pintxos que existen pero si podemos enumerar algunos de los ingredientes que más nos gustaron y llamaron la atención: boquerón, pulpo, txistorra, ajies, morcilla de Burgos, bonito, queso de Idiazábal, queso del Roncal y queso Ossau-Iraty, jamones, cangrejo, atún y anchoas!
Disfrutar de una salida al mercado es un infaltable en nuestros viajes, en esta oportunidad sobresalió el Mercado de la Rivera, en Bilbao, donde además de probar más pintxos, degustamos otros vino y ¡cócteles! Porque si de bebidas tradicionales se trata, podemos recomendarles:
· Patxaran, licor de 30% de alcohol, de endrinas maceradas en aguardiente anisado. Su sabor es dulce.
· Txakolin, vino elaborado a partir de la variedad de uvas Courbu, tienen la característica de dar un vino acido, como resultado un vino fresco y fácil de beber.
· Los vinos de la Rioja Alavesa son otros que acompañaban nuestras comidas.
· Sagardo o más conocida como la sidra del País Vasco, se puede degustar en todos los bares y restaurantes o mejor aún en las sidrerías. Un buen momento se le suma a la forma de servir la sidra, llamada escanciar, todo un desafío ya que se realiza sin mirar y con una gran distancia entre el vaso y la botella.
· Kalimotxo, vino tinto y gaseosa cola. A muchos les recordará a un coctel de la adolescencia.
· Pili, licor de la raíz de la mandrágora.
Si bien nuestro viaje continúa por el norte de España, donde las regiones comparten varios de sus platos típicos, hay un par que se diferencian como vascos:
· Bacalao al pil pil, plato clásico con salsa pil pil, elaborada con el aceite donde se ha freído el bacalao.
· Marmitako, un guiso típico marinero muy popular. Los marineros usaban una marmita, una olla de metal con tapa hermética, de ahí el nombre del plato, donde colocaban agua del propio mar, papas y bonito.
· Gilda, pincho popular con aceituna, aji y una conserva de pescado, comúnmente anchoa.
· Merluza a la vasca, en salsa verde o ‘a la koskera’, con ajo, perejil, aceite de oliva y sal.
· Kokotxas en salsa verde, las más conocidas son las cocochas o barbillas de bacalao y merluza.
· Bacalao a la vizcaína, con su particular salsa de pimiento choricero.
· Porrusalda, una sopa a base de puerros y papas.
· Sukalki, un guiso de carne y papas.
Los postres tradicionales son sin duda:
· Pastel vasco, dos tapas de masa mantecosa rellena de crema pastelera o mermelada de cereza negra, infaltable de las fiestas populares.
· Goxua, un postre formado por capas de nata, bizcocho, crema pastelera y caramelo líquido.
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