por … Nuestra recorrida por Francia continuó. Y nos sumergimos en la bebida nacional, visitando la ciudad de Bordeaux (Burdeos en español). No podía faltar.
Al finalizar nuestra estadía de 24 hs en la ciudad del vino, podemos decir que es fácil recorrer los puntos más importantes. Bordeaux es una ciudad muy bonita, está llena de rincones para disfrutar una de las actividades principales: ¡la cata de vinos!. Bares especializados por doquier, visitas a los viñedos cercanos y un gran imperdible de la ciudad: La Cité du Vin, inaugurada en junio de 2016. En primera instancia es un edificio que invita a ser contemplado por fuera, es sorprendente su arquitectura y diseño, te llevan a un viaje descubriendo la identidad del lugar “una expresión simbólica, el tronco retorcido de la vid, el vino que gira en la copa, los remolinos del río Garona.”
Destinamos el final de la tarde para visitarla. ¿Pero qué es lo que atrae a sus visitantes? ¿Qué hay allí dentro? Un viaje de ida por el mundo del vino. Con 20€ (valor de la entrada) podés vivir una experiencia diferente: descubrir los orígenes del vino a través de todos los tiempos y culturas alrededor del mundo.
Quedamos asombrados con la diversidad de temáticas interactivas y materiales audiovisuales que tiene para ofrecer, adaptado a familias, grandes, chicos, personas que presenten alguna discapacidad, turistas internacionales con audio guías disponibles en 8 idiomas. Descubrimos todos los matices de los diferentes vinos, a través de experiencias olfativas, gustativas y visuales, entendiendo que es lo que le da un sabor particular, color y aroma. Pasamos por mapas con videos de enólogos y productores de todas partes del mundo que explicaron los distintos procesos que atraviesa una uva hasta llegar a convertirse en el vino que tenemos en nuestras copas. Es el único sitio en el mundo que ofrece este tipo de enfoque. No por nada la National Geographic lo ubica en el 7mo lugar entre los mejores museos del mundo.
En esta etapa de la visita estábamos más que fascinados, y lo mejor estaba por llegar. La entrada incluía el pase a la exposición temporal y para nuestro asombro se trataba de Argentina como país invitado para hablar de sus vinos. Imagínense cómo se nos infló el pecho cuando atravesamos la puerta con nuestras entradas en forma de pasaporte argentino, no sólo que están descriptas las características de los vinos, las regiones y provincias, sino también las tradiciones como el asado y el mate, las fiestas, nuestra música. Fue realmente inolvidable ver como un gran grupo de enólogos, investigadores e historiadores de ambos países se juntaron para crear una exposición tan completa.
Felices nos dirigimos a las demás áreas donde se dictan charlas, cursos, el restaurante, entramos a la biblioteca y por último, lo que tanto esperábamos… el pase a la terraza mirador 360°, con vistas a toda la ciudad, junto con la copa de degustación a elección para cerrar una hermosa jornada en las alturas, en la cima del mundo vitivinícola.
Hay realmente mucho para contar de los vinos de Francia, pero si quisiéramos sintetizar sólo sobre esta pequeña porción de territorio, podemos decirles que a pesar de que Bordeaux no es una región geográfica, en la jerga vinícola se habla de “la región de Bordeaux”. Esta se divide en las subregiones Saint Émilion, Pomerol, Médoc y Graves. Y son seis familias de vinos que se producen aquí:
▸ Tinto de Burdeos y Burdeos Superieur. Son los tintos de Burdeos «básicos» y se producen por toda la región. Son los más económicos.
▸ Tinto Côtes de Bordeaux. Ubicado en las afueras de la región, principalmente la variedad Merlot. De valor moderado.
▸ Tinto Libourne, o «Vinos de la orilla derecha”. Predomina las mezclas de merlot y cabernet Franc, siendo los más conocidos el de Saint-Emilion y Pomerol.
▸ Tinto Graves y Médoc o vinos de la «orilla izquierda». Producen principalmente cabernet sauvignon. Estos vinos son concentrados, tánicos y de larga vida.
▸ Vinos blancos dulces. El vino blanco seco se hace con uvas Semillon, Savignon Blanc y Muscadelle afectadas por la podredumbre noble.
▸ Vinos blancos secos. Vinos blancos secos se hacen por toda la región, de una mezcla de Sauvignon Blanc y Semillon.
¿Quieren un broche de oro? Les contamos una anécdota. Al llegar a nuestro alojamiento (habitación alquilada), la familia dueña de la casa, nos estaba esperando con una degustación de vinos locales (y algunas otras bebidas) que nos dejó felizmente sorprendidos. “Hemos viajado mucho y cuando recibimos a viajeros como ustedes nos gusta mostrarles un poco más de lo nuestro. Como tantas veces lo han hecho con nosotros”. La cereza del postre, con hermosos mimos que nos encontramos en este camino ¿Cómo no nos van a dar ganas de volver?
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